Área de Desarrollo de Mercado y Producto – Amauta Agro S.A.
Introducción
La papa (Solanum tuberosum L.) representa uno de los cultivos hortícolas más significativos a nivel mundial. En Argentina, su producción se destina principalmente al consumo interno, tanto en su forma fresca (80%) como industrializada (20%). Entre los productos industriales más relevantes se encuentran las papas pre-fritas, deshidratadas, snacks y enlatadas.
La riqueza edafoclimática del territorio argentino permite la realización de este cultivo prácticamente durante todo el año, existiendo cuatro momentos típicos de plantación:
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Momento |
Zona |
Meses de plantación |
Meses de cosecha |
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Temprana |
Tucumán |
Julio y agosto |
Octubre y noviembre |
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Semitemprana |
Oeste de Córdoba, Rosario y norte de Buenos Aires |
Agosto y septiembre |
Noviembre a enero |
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Semitardía |
Sudeste de Buenos Aires y el sur de Mendoza |
Octubre y diciembre |
Enero a abril |
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Tardía |
Rosario, norte de Buenos Aires y Córdoba |
Enero y febrero |
Mayo y junio |
La provincia de Buenos Aires encabeza el ranking de hectáreas cultivadas, siendo aproximadamente el 55% del total del país, seguido por Córdoba y San Luis con el 29%.
Se trata de una planta que prefiere los climas templados fríos, es sensible a heladas y requiere suelos sueltos, permeables, profundos y frescos, con un pH óptimo de 5 a 6,5. Es altamente susceptible a la sequía y a las deficiencias nutricionales debido a su sistema radical superficial, el cual se concentra entre los 50 y 80 cm de profundidad y carece de la capacidad de penetrar suelos compactados. Sin embargo, el manejo eficiente del riego y la fertilización puede permitir alcanzar niveles de rendimiento cercanos a su máximo potencial.
En términos generales, la producción de 1 tonelada de este cultivo implica la extracción del sistema de 5,5 kg ha-1 de nitrógeno (N), 0,9 kg ha-1 de fósforo (P), 8,2 kg ha-1 de potasio (K), así como 0,8 kg ha-1 de magnesio (Mg), 1,4 kg ha-1 de calcio (Ca) y 0,7 kg ha-1 de azufre (S). No obstante, la demanda nutricional del cultivo de papa varía según los distintos estadios fenológicos en los que se encuentre, por lo que ajustar en cada etapa los requerimientos de fertilización es fundamental.
Existen diversas maneras de determinar las necesidades de N para este cultivo. La más ampliamente difundida es el análisis de suelo, el cual permite conocer los niveles de N inorgánico presentes en la zona radical (oferta) y por diferencia de con los requerimientos para un determinado nivel de producción (demanda), posibilita determinar la dosis de fertilizante a aplicar.
El Nitrógeno es un nutriente muy móvil dentro del perfil de suelo, particularmente cuando está en forma de nitratos, por lo que es necesario un sistema radical desarrollado para bajar la probabilidad de lavado dentro del perfil de suelo, y favorecer el aprovechamiento del nutriente por parte del cultivo. Además, las fuentes nitrogenadas típicas poseen un índice salino elevado lo que puede provocar fallas en la emergencia del cultivo, sobre todo en ambientes secos. A fines de evitar pérdidas en el stand de plantas, y perdidas del nutriente por lavado, se suele particionar la aplicación de fertilizantes nitrogenados, aplicando entre el 40% al 50% del nitrógeno requerido por el cultivo durante preplantación y plantación, y el resto durante la etapa de Tuberización.
Existe evidencia que demuestra que la utilización de fertilizantes de liberación lenta de nitrógeno en el cultivo de papa aumenta el rendimiento, la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN) y reducen el lavado de nitratos.
El fósforo es un nutriente no móvil dentro del suelo y, como se mencionó, el cultivo de papa se caracteriza por poseer un sistema radical limitado, por lo que presenta un alto grado de respuesta a la localización del fertilizante próxima al sistema radical, siendo el umbral de respuesta, concentraciones de 25-30mg P kg-1 de suelo.
Se suele aplicar durante plantación, en bandas a unos cinco centímetros de la papa semilla, ya que las fuentes típicas de P pueden generar fitotoxicidad en las plántulas, reduciendo el stand de estas. Este potencial fitotóxico de los fertilizantes suele limitar la dosis a aplicar de este nutriente (a mayor dosis, mayor potencial fitotóxico, mayor probabilidad de pérdidas de plántulas) de modo que, en ambientes con concentraciones medias a bajas de P disponible, la aplicación en banda no cubriría los requerimientos de este nutriente. Para sobreponerse a este inconveniente, se suelen realizar aplicaciones al voleo de fuentes fosfatadas previo a la plantación.
Es el nutriente requerido en mayor cantidad por el cultivo de papa. Afecta el rendimiento y calidad de los tubérculos. Históricamente, en suelos de la región pampeana, la oferta de potasio cubría los requerimientos de los cultivos. En la actualidad, empieza a ser más frecuente encontrarse con ambientes que presentan deficiencias. En líneas generales, los suelos con K intercambiable menor a 0,1meq 100g- de sueldo deberían ser fertilizados con hasta 200kg ha-2 de K2O. Para suelos entre 0,1 meq 100g- a 0,4 meq 100g- deberían aplicarse 90 kg ha-2 y por encima de 0,4 no sería necesario fertilizar. Al igual que el P, debería aplicarse durante plantación, en cercanía a las raíces.
N Elite es el fertilizante granulado de Amauta que se caracteriza por brindar un aporte balanceado de nitrógeno, fósforo y potasio, complementado con magnesio y micronutrientes para la fertilización del cultivo de papa durante plantación, logrando un impacto en el rendimiento y la calidad. La tecnología Duramón de este producto permite aumentar la eficiencia en el uso del N aplicado por su mecanismo "BY-PASS" el cual actúa doblemente, tanto sobre la forma amoniacal del nitrógeno como sobre la ureica, ralentizando la hidrólisis a nitrógeno en forma de nitratos. Esto permite ajustar la oferta gradual de nitrógeno acompañando la demanda del cultivo.
Ensayos realizados en la provincia de Buenos Aires (figura 1 y 2) permitieron un plus de rinde de hasta 6000kg ha-1 cuando se los comparó con arrancadores tradicionales. También se mejoraron parámetros de calidad del cultivo como la concentración de materia seca y, por último, se lograron papas más uniformes y de mayor tamaño.
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Figura 1: comparación de estrategias nutricionales con N Elite vs. fertilizantes tradicionales en estadios vegetativos del cultivo de papa.
Figura 2: Comparación de estrategias nutricionales con N Elite vs. fertilizantes tradicionales en estadios de precosecha en el cultivo de papa.
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